martes, 8 de enero de 2013

El desempleo y su cuadro clínico

A menudo los desempleados de larga (y no tan larga) duración sufrimos una pérdida de identidad acompañada de una crisis existencial y una bajada de autoestima.

Cuando hace un tiempo vi en Documentos TV el documental titulado “¿Generación perdida?”,  me dí cuenta de que no era la única que presentaba estos síntomas, sino que éramos, y somos muchos, los que presentamos este “cuadro clínico” en esta situación.

Pero ¿por qué nos pasa esto?

Estoy a punto de cumplir 30 años, mi generación es una de las más preparadas académicamente, hemos crecido en tiempos de bonanza y hemos tenido de todo durante años, y  sin embargo, ahora, tenemos trabajos más precarios que nunca, una tasa de desempleo que duplica la media europea, y además nos enfrentamos a un mercado laboral difícil, complejo y con muy pocas oportunidades.

Ahora volvamos 10 años atrás. Al terminar el instituto, o incluso sin haber ido, con 18 años o antes, siendo un adolescente, había que decidir si estudiar o trabajar. ¿Cómo lo decidíamos? Pues para responder a esta primera cuestión, recurriré a este documental que pone como ejemplo la construcción, a la que muchos jóvenes se aferraron por la “seguridad” laboral y económica que el sector les aportaba, renunciando así a estudiar para beneficiarse de un buen salario producto de la especulación inmobiliaria. Hoy en día, hay un arrepentimiento generalizado de estos jóvenes por no haber estudiado, y reconocen no encontrar salida después del desplome del ladrillo.

Pero ¿que ha pasado con los que decidimos estudiar? ¿Y con los que tras haber estudiado hemos trabajado en ese sector? Pues que en cierto modo tampoco encontramos ninguna salida, y, en mi caso, como Ingeniera Química con experiencia en el sector de la construcción, aparece el primer síntoma del cuadro clínico: la pérdida de identidad.

Tras casi 4 años en el sector y sabiendo que está en pleno decrecimiento, lo primero que te preguntas es ¿Pero quién soy? ¿Soy ingeniera? ¿Química? ¿Profesional de la construcción? ¿Para qué soy ahora válida? ¿Cuál es mi futura profesión? ¿Qué es lo que quiero? ¿Qué me gusta? y ¿qué es lo que hay? Y la mayoría de estas preguntas sin respuestas, sobre todo la última, te arrastran directamente al segundo síntoma: la crisis existencial.

¿Qué he hecho durante estos años? ¿He aprovechado el tiempo? ¿A qué aspiro en este momento carente de oportunidades para el desarrollo profesional y el consecuente desarrollo personal? ¿Qué haré con mi vida?

Pues sí, todo preguntas e incertidumbre, pero es el momento de descubrirse a uno mismo y de reinventarse, después de seguir una inercia laboral durante años en las vacas gordas, te replanteas y te cuestionas muchas cosas, y quien consiga superar esta fase, estoy convencida de que conseguirá sentirse realizado y pleno, pero si por un período de tiempo no lo consigue, aparecerá el tercer y último síntoma y, a mi parecer, el peor: la pérdida de autoestima.

A este último no podemos llegar. El hecho de no tener un trabajo no significa que seamos malos profesionales o que no valgamos para nada, hay que ser realistas y saber que en el contexto actual hay escasas oportunidades y lo mejor que podemos hacer es trabajar en la búsqueda activa de empleo, que precisamente, no es otra cosa, que un trabajo.
 
Así que animo a tod@s los que estáis en esta situación a no desesperar y a que no os dejéis vencer por este cuadro clínico, empezad ya con el tratamiento preventivo que no es más que trabajo, trabajo y trabajo.

7 comentarios:

  1. El documental Generación perdida es muy recomendable. Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. A pesar de tener trabajo Catalina, me encuentro en el último de los estadios que mencionas, pero debido a una situación muy diferente y que no describes, sin duda por tu juventud.

    Tengo 50 años, y por desgracia yo tuve que empezar a trabajar con 18 porque no tuve más remedio ni opción a elegir.

    El paso de los años no mermó mis ansias de formación, y cuando tuve oportunidad estudié. Hoy poseo dos titulaciones universitarias en Ingeniería Técnica de Obras Públicas y un Máster en Medio Ambiente y Energías Renovables. También hablo inglés y algo de francés, y por supuesto tengo, como muchos, otra importante formación específica (cursos).

    Pero.... aparte alguna pequeña "chapuza" ni mi propia empresa (importante y de renombre) ha valorado jamás mi formación y experiencia, y continúo realizando tareas sencillas rodeado de personas, algunas de las cuales, semianalfabetas, escriben como hablan. De mis superiores ni te hablo.

    He visto y sigo viendo en mi propia empresa como otras personas bien apadrinadas obtienen puestos de responsabilidad, sin tan siquiera haber completado su formación!!!!

    Ante este panorama, es muy difícil conservar el optimismo que describes. Para los que sois más jóvenes seguramente surgirán más oportunidades, pero para los que tenemos una edad....

    No ceso de seguir insistiendo en mi mejora personal y profesional, pero me cabrea bastante que cualquier "niñato/a enchufado/a" vea mi currículum y directamente lo elimine al mirar la edad, cuando para mayor desdicha me quedan bastantes años en activo.

    Cierto es que la crisis ha afectado a todos los sectores, pero no es menos cierto que en la actualidad hay una pérdida de los más elementales valores morales.

    Algo hay que hacer, porque lo que no es de recibo es que los ninnundis te miren por encima del hombro, o que las compañías se atrevan a ofrecer salarios tercermundistas. Que somos ingenieros coño!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno Anónimo, lo que cuentas, es una historia triste, real y mucho más habitual de lo que pensamos.

      Pese a mi juventud como tú dices, te aseguro que, desgraciadamente, he vivido situaciones que me han hecho madurar a la fuerza antes de tiempo.

      Viniendo del mundo de la construcción y trabajando para el sector público, te puedo decir que sé de lo que hablas cuando te refieres a personas (y yo incluyo a empresas) "bien apadrinadas"; además no hace falta nada más que ver un telediario o leer un periódico para saber como, en general, funciona este país.

      Sin embargo, creo que no deberías tener una baja autoestima en absoluto, porque por lo que dices, demuestras ser una persona con valores, un buen profesional con experiencia, con metas y con ambición por progresar y crecer, y de esos, quedan pocos, así que yo que tú, me sentiría bien orgulloso.

      Tampoco creo que la edad sea un factor excluyente para las oportunidades, ya que tu ventaja competitiva sin duda son los más de 30 años de experiencia que tienes en el sector, eres un experto, y nunca es tarde para reinventarse, sólo hay que buscar y encontrar el camino.

      Por último, está claro que hay quien aprovecha esta crisis y la desesperación de algunas personas para precarizar y explotar a los profesionales, y ésto se incrementa en el sector construcción por la gran demanda existente.

      Gracias por compartir tu experiencia y mucho ánimo.

      Eliminar
  3. Hola Catalina, yo soy de tu misma edad (también voy a por los 30). Hemos vivido la misma generación, y hemos estudiado en tiempos de bonanza. Yo primero estudié enfermería, y me sobraba el trabajo. Después me decanté por la ingeniería (ya ves qué cambio), y para cuando quise terminar la carrera (año 2011), nada de nada, ni trabajo ni prácticas, todo en un mercado en el que se sobrevalora la experiencia. Los que tenéis algunos años trabajados, aún siendo pocos, tenéis alguna oportunidad, pero los que no tenemos experiencia andamos a la deriva completamente. En vista de cómo estaba el mercado estudié un máster, pero sigo igual, sin rumbo. Me he matriculado en la adaptación al grado, pero creo que estudiar y estudiar no es la solución (por mucho que digan fórmate, que ahora es el momento). Mucho gasto y pocas expectativas. ¿Emigrar a Alemania? Podría ser, pero piden un nivel muy alto de alemán, y yo aún estoy por el segundo curso. Este es el futuro que nos han dejado, esperemos que dure poco... Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Natalia:
      Ante todo gracias por compartir tu experiencia, es lo que pretendo a través de este blog, compartir.

      Buscando solución a tu problema, ¿te has planteado realizar algún trabajo sin ser remunerado? Puede ser una forma de adquirir algo de experiencia. Por ejemplo en las Asociaciones de Vecinos, en la vocalía de urbanismo, podrías aprender bastante en relación a tu formación y estoy segura de que estarían encantados de acogerte, yo pertenezco a una, pero en otra vocalía, y estoy muy contenta.

      No tengo nada claro lo de "es el momento de formarse", de hecho, más bien creo que es el momento de que se haga un negocio de la formación, y esa idea no me gusta nada, pero sí creo que algún idioma debemos estudiar.

      Por otra parte creo que este futuro lo hemos creado entre todos, no es sólo una herencia, pues en parte, como lo hemos tenido todo, nos hemos olvidado muy pronto de que a las anteriores generaciones les ha costado lo suyo llegar hasta aquí, y ahora debemos coger el relevo.

      Un saludo y ánimo!

      Eliminar
  4. Hola Catalina:

    He encontrado tu blog por casualidad y la verdad que me ha resultado bastante interesante, sobre todo este artículo, con el que me siento bastante identificado.

    Como tú, me dedicaba al sector de la construcción, después de estudiar la dura carrera de Arquitectura, escalar laboralmente hablando y asentarme en un trabajo que me gustaba...pero, explotó la burbuja y llevo ya, dos años largos en paro.

    Durante todo este tiempo, pasé por distintas fases, en la primera de ellas, creía que iba a encontrar trabajo rápido, ya que había realizado más labores de Ingeniero que de Arquitecto, y tenía buenos contactos, por lo que realicé distintos cursos relacionados con el sector con el fin de mejorar mi perfil y abarcar más ámbito de actuación. Pasaron los meses...y nada, seguía sin trabajar.

    Por lo que, pasado un año, habiendo hecho poco más de tres entrevistas, me dí cuenta, de que tenía que emigrar, así que me puse a aprender Inglés...en siete meses, me saqué, primero el B1 y seguidamente el B2. Pero, como bien dices, hay que tener un colchón amplio...y no era mi caso; bueno, me dije a mi mismo, por lo menos, he refrescado mis conocimientos y ahora tengo una titulación válida.

    Más tarde, a punto de acabar la prestación, en el punto de cuestionarme la vida, mi existencia, mi sentido...decido dar un giro radical y hacer un Máster en Programación, un sector que nada tenía que ver con lo mío, pero que me atraía y me gustaba...ya que, tenía muchas salidas, prácticas, no iba a tener problemas y en unos meses, iba a estar trabajando..

    Ya han pasado cinco meses, desde que lo terminé...en los cuales, no he parado de repasar/estudiar/investigar el temario dado, pero, incluso ofreciéndome a realizar prácticas no remuneradas, en todas las ofertas me rechazan..Tengo la sensación de que, no era "tan facil" entrar en ese mundo y me acuerdo del negocio de la formación, como bien comentas.

    Me decido a seguir siendo optimista, quitar algo de formación y optar a otros puestos que no requieran tanta cualificación: comercial, reponedor, operario, agente inmobiliario. Pero, ni con esas, es más, en cuanto ven que tengo formación universitaria me rechazan...Es muy frustante, el ver que uno quiera trabajar y no puede.

    Así que, ahora ando un desorientado, con la gran sensación de no saber si estoy o he perdiendo en tiempo aprendiendo Inglés, aprendiendo a Programar...no saber donde está mi camino, ni las oportunidades ni de como reinventarme o hacia donde apuntar.

    Esta semana ando un poco desanimado y leerte me ha hecho pensar que somos muchos los que nos encontramos en esta situación. La verdad, que es muy duro y difícil no desesperar, ni entrar en una espiral de pensamientos negativos, pero a veces, parece que todo se pone en contra.


    Un saludo.




    ResponderEliminar
  5. Hola Emilio:

    No sé que decirte, la tuya es una historia dura pero de una persona fuerte y con coraje, gracias por compartirla.

    Ahora llevo un año y 2 meses desempleada, y como tú, me he formado en temas de mi sector, en idiomas (francés, inglés, alemán), y ahora me he desviado al campo de las tecnologías y las Redes Sociales y estoy haciendo varios cursos a la vez de Community Manager, y sinceramente tampoco sé si tendrán mucho futuro laboral.

    Creo que todos nos planteamos si perdemos el tiempo o si servirá de algo lo que hacemos, emigrar, reinventarnos... Desde luego Emilio sí puedo decirte que no estás para nada sólo, y esto es lo que a mí también me anima cada día, la cantidad de apoyo y energía que puedes llegar a recibir por parte de aunténticos desconocidos con los que se produce una conexión emocional y una empatía brutal, y las ganas que dan, de seguir luchando.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar