El camino ha sido largo, más de lo
que me hubiera gustado, y ha sido duro, muy duro pero, por fin, después de casi
dos años, ha llegado mi momento! He encontrado trabajo!
La espera ha merecido la pena porque
empiezo un nuevo ciclo de mi vida en una empresa del sector químico, o sea mi
sector, con unas condiciones muy buenas
para empezar, en una empresa, que se preocupa sinceramente por el medio ambiente
y por sus trabajador@s, y en Vigo!
Sólo me queda dar las gracias a
todas esas personas que me han apoyado incondicionalmente, personas de mi
familia, amigas, conocidas y todas aquellas que he conocido durante el largo
camino, y que también han tenido una gran importancia para mí en este proceso.
También a iniciativas como No Quiero Ser Portada de Los Lunes al Sol (NQSPLS)
por la difusión que han hecho de mi perfil y por la gran labor que hacen, y a
todas esas organizaciones sin ánimo de lucro que imparten cursos de formación,
como la Rede de Mulleres Veciñais que
enseñan a las personas a adaptarse a las nuevas maneras de buscar trabajo, a
actualizarse y a compartir, conocimientos y experiencias.
Espero algún día poder devolver a
estas personas, a esta sociedad o al mundo, todo aquello que me han dado sin
esperar nada a cambio, por la generosidad, el cariño y la paciencia demostrada.
Empiezo con muchas ganas y fuerza, con
ilusión, y con la intención de dar el 200%, de aprender, de mejorar, de
evolucionar y de seguir creciendo personal y profesionalmente. Y que dure mucho!
Vuelta al cole y vuelta a la
búsqueda de empleo después de un respiro vacacional. Y este mes de septiembre
lo empiezo con el itinerario del Plan Prepara. Hoy ha sido mi primera cita y ha
consistido básicamente en un cuestionario sobre mis estudios, mi vida laboral y
mi forma de buscar trabajo, cómo, cuándo, dónde, etc.
He leído entre líneas y he sacado mis
propias conclusiones de esta cita-entrevista, y, mis conclusiones son que mis “supuestas” opciones más
realistas, son emigrar o autoemplearme,
porque además de lo mal que está el mercado laboral, al llevar más de año y medio sin
trabajar, cada vez tendré más dificultad para reincorporarme al mercado, porque
ya no estoy actualizada.
Este es el mensaje que entiendo que
se nos quiere transmitir desde las Administraciones Públicas, completado con
perlitas del estilo de: “en otros países hay trabajo, de momento”, “se abren
negocios constantemente, no puede ser tan difícil hacerlo”, “muchas personas
abren empresas sin estudios universitarios ni estudios de viabilidad”, “pues si
llevas año y medio así y nada, puedes seguir esperando o bien pensar en las
opciones que te planteo”
¿Debemos sentirnos culpables por no querer emprender o por haber pensado en
ello y no hacerlo? ¿Debemos culparnos por no emigrar en
condiciones precarias y para no ejercer nuestra profesión sino un minijob? ¿O castigarnos por no
jugárnoslo todo a cara o cruz?
¿Se puede ser más cruel? ¿Desde que
posición se dirigen estas personas hacia otras que estamos realmente dejándonos
la piel, sufriendo, viendo reducidas continuamente nuestras posibilidades de
trabajar y que cada vez vemos menos resultados?
Ya no se tienen en cuenta las
preferencias ni las necesidades de las personas, si tenemos familia, o si
simplemente preferimos renunciar a un salario por quedarnos en nuestra tierra,
al lado de los nuestros, ¿será que nos hemos olvidado del artículo 35.1 de la
Constitución Española? “Todos los
españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre
elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una
remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia,
sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”.
Después de un año y medio sin apenas
llamadas ni entrevistas de trabajo, hace unas semanas apareció la que pensé era
mi oportunidad.
Pues aunque creía que no funcionaba,
me llamaron del mismísimo INEM para presentarme
en un plazo dedos horas para informarme
de un proceso de selección para un puesto de Encargado de Obra, cuya contratación formaba parte del Plan de
Empleo 2013 de Vigo, y concretamente al programa “Vigo Emprega”
Este
Plan de empleo promovido por el Ayuntamiento de Vigo, consiste en la
contratación de 122 desempleados para ocupar puestos de capataces, oficiales de
carpintería, albañilería, electricidad, cantería, conductor-palista y peones
entre otros, y que digo yo, que perfectamente se podría denominar “Vigo Emprega
Homes” porque absolutamente todos los puestos ofertados están clara y
profundamente masculinizados y arraigados a hombres, y vale que pueden ser las
necesidades actuales del Ayuntamiento, pero que lo vendan como que, cito
textualmente “El programa es un
instrumento elaborado para promover el empleo en el municipio, prestando
especial atención a todos los colectivos que tienen dificultades para
integrarse laboralmente” (Bases reguladoras, punto 2), pues no cuela, no, ¿acaso las mujeres no somos un colectivo
especialmente perjudicado por la crisis?
En mi caso particular, como Jefa de
Obra, profesión que por cierto no existe en los filtros de las oficinas del
INEM, evidentemente, no me ajustaba al puesto de Encargada de obra, y así me lo
hicieron saber al entregar toda la documentación que tuve que reunir, (certificados,
contratos, título, diplomas…y así una larga lista de burocracia) con un simple:
- Olvídate.
Reconozco que a pesar de que
finalmente el puesto no fue para mí, en cierto modo agradezco la sinceridad del
personal que gestiona dicha selección, porque si la esperanza era grande, a
medida que pasara el tiempo hubiera sido mayor, y consecuentemente más grande
el bofetón al volver a mi rutina, después de haber perdido tiempo, dinero y energía
en un proceso que antes de empezar, ya prescindía de mí.
Y así, sin más, volví a mi búsqueda
de empleo, con un poco menos de energía pero si cabe, con más fuerza e ilusión.
El anterior post "El lado bueno de la crisis" ha tenido una gran acogida, bastantes comentarios, y muchos
ánimos en todas direcciones, y es que, realmente, necesitamos más que nunca, oír,
ver y tocar cosas positivas, pues ya bastante negatividad nos rodea
diariamente. Por eso, quiero seguir el post anterior, enunciando otros 5
factores positivos que podemos aprovechar los desempleados en esta crisis:
1.Dedicar el tiempo a lo que te gusta. Por fin puedes estudiar cualquier cosa que te
guste, aunque no tenga nada que ver con lo que hayas hecho hasta ahora, puedes descubrir
hobbies que tenías escondidos, hacer deportes que habías abandonado y recuperar
aficiones para las que no tenías tiempo!
2.Poder hacer un día cualquiera una cosa cualquiera. Exactamente eso. Un día te
levantas más tarde o te acuestas más tarde, otro día te haces una escapada a la
playa, o al monte, o al cine, o quedas con una amiga, y te sales un poco del
guión, de la monotonía y de los horarios, porque, aunque la búsqueda de empleo
es un trabajo en sí, no hay un horario fijo, y tú misma estableces cuando es
sábado y cuando no. J
3.La conciencia social. Es increíble de qué manera se han unido las personas por y para causas
propias y ajenas, auténticos desconocidos unen sus manos con fuerza, lloran,
gritan, defienden su integridad y luchan por un mundo más justo, y lo hacen
JUNTAS. Personas de todos los colores, edades, ámbitos e intereses, sin
barreras y sin fronteras, que para bien o para mal, sin esta crisis no se
habrían unido nunca.
4.Poder dedicar tiempo ti misma. A conocerte, a descubrirte, a reencontrarte, a
reorientarte, a reiventarte, y si quieres, hasta a cambiar de vida. Si no
quieres cambiar de vida, por lo menos, has tenido el tiempo y la oportunidad
para ser consciente de lo que eliges.
5.Compartir. La necesidad imperiosa de
compartir. Experiencias, sentimientos, conocimientos, sensaciones, impresiones
y también artículos, materiales, fotos, vídeos... Compartir tu tiempo, que al
fin y al cabo, es lo más valioso que una tiene, algo tan valioso, que no se
puede pagar, que nadie te puede robar y con lo que ni siquiera se puede
especular.
Hay mil cosas
positivas en nuestro día a día, que a veces no podemos o no sabemos ver, y por
eso, y aunque seguro que hay muchas más, aquí os dejo un recopilatorio con una
canción que espero que os anime el día, y sobre todo ¡¡¡Actitud Positiva!!!
Pues sí, sí que lo hay. Aunque la
primera impresión sea pensar que esto es una locura, que no hay nada positivo
en que seamos 6 millones de parados, que este es un país de pandereta, y, que
los políticos y los corruptos siguen en la faz de la tierra como si nada, puedo
afirmar que sí, sí hay un lado bueno en esta crisis.
Pero empecemos por el principio. A
todas nos ocurre, cuando empezamos con nuestra búsqueda activa de empleo, que
nos vemos encerradas entre 4 paredes, solas y con una cierta sensación de
angustia y/o miedo a lo desconocido, al qué pasará, al qué encontraré ahí fuera
en el mercado laboral, cuándo lo encontraré, cómo…
La primera reacción es ponerse a
buscar empresas con la lista del Ardan (si la consigues), imprimir miles de
currículos y estar todos los días en Infojobs viendo e inscribiéndose a toda
cuanta oferta hay, sea de lo tuyo o no, total, no cuesta nada hacer un clic de
ratón, así habrá más posibilidades de que algún día caiga algo (aunque yo creo
que más bien lo que ocurre es que los seleccionadores en cuanto ven tu
candidatura piensan “joer ya está otra vez esta pesada…”).
Y de repente llega un buen día, en
el que descubres todo un mundo que estaba escondido, un mundo en el que hay
personas de verdad, apoyo moral, tertulia, risas, aprendizaje, empatía,
libertad, solidaridad, respeto, alegría, (podría seguir hasta el infinito)… y, en
definitiva, compañer@s del camino de un pedazo de tu vida.
En mi caso, gran parte de esto, me
lo han dado los medios sociales, los
amigos y amigas virtuales. Al principio no me creía cómo podía hablar con gente
que no conocía ¡y me respondían! Luego, rompiendo fronteras, empecé a hablar y
a debatir con personas de otros países, profesionales de muchos y muy variados
sectores y edades, que escuchaban mis palabras en un ambiente de igualdad y
respeto. Pero ya fue lo más de lo más, cuando empecé a recibir felicitaciones y
ánimos, públicos y a través de mensajes privados, para seguir con el blog, con
el trabajo en las redes sociales, y transmitiéndome un optimismo brutal, con
frases como que algún día encontraría mi recompensa y que por supuesto sería un
buen trabajo.
Algunos de esos amigos y amigas se
han desvirtualizado, y otros, simplemente se han virtualizado tras nuestra
relación en persona, ya que hoy en día el contacto sigue a través de estos
canales de comunicación también.
En un día a día de estas características, es
imposible sentirse sola, y sólo me puedo sentir como cuando crece algo tan
verde en medio de tanto asfalto tan negro. ¡Gracias amig@s!
Vuelve a azotarnos una inversión y
una oferta de puestos de trabajo asociada a una catástrofe natural, especuladores
financieros y un beneficio totalmente ajeno a nuestras tierras.
Mineira de Corcoesto, la filial de
la gran empresa canadiense Edgewater Exploration, quiere explotar una mina de oro olvidada y situada en un paraje
natural a 130 metros de una zona protegida del río Anllóns, que desemboca en la
costa da morte y en la zona de O Roncudo, donde se recogen los mejores percebes
del mundo. Lo que sucede es que el método de extracción supone emplear y extraer materiales tóxicos como el cianuro de sodio o la arsenopirita.
La explotación de esta mina de oro crearía 271
puestos de trabajo, por lo que existe un gran enfrentamiento entre la población
de la zona, que están a favor y en contra de la misma.
No voy a ser hipócrita, y confesaré
que envié mi currículo a la ETT encargada del proceso de selección, por si
tenía un hueco entre los 271 puestos, pero la gente de la zona tiene prioridad
a la hora de ser contratada, y evidentemente no me han llamado. Además el
Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños se ha prestado a recoger currículos de
los vecinos, y su alcalde no quiere aclarar la relación que le une a la empresa
explotadora para colaborar de esta manera en el proceso de selección.
Según varios estudios, ya estamos
utilizando más del 50% de lo que el planeta puede producir y para el año 2030
necesitaríamos 2 planetas para la supervivencia de la población mundial y
estamos padeciendo los resultados del cambio climático continuamente, con
temporales extremos, terremotos, tsunamis e incoherencias de temperaturas en
cada estación, y aún así, ¿merece la
pena esta mina de oro por 271 puestos de trabajo? ¿Estamos matando moscas a
cañonazos? ¿Debemos seguir en esta línea de destrucción de los recursos
naturales que ofrece un parche a cortoy
trágicas consecuencias a largo plazo?
Este post surge de una breve recopilación de ideas (entre
ellas la mía) de un grupo de debate en el que partidarios y detractores de este
proyecto, opinamos sobre el Inicio de las
obras en Eurovegas. El tema ha dado (y sigue dando) mucho de sí, y el
debate ha estado calentito.
Los partidarios evidentemente ven
una inversión,
una oportunidad de trabajo, a corto, medio y largo
plazo, para la gente y los comercios de la zona, que generará turismo, como en Las Vegas (se atreven
a decir que “todos los que hemos ido por
allí hemos visitado los casinos”), e incluso hay propuestas para simplificar
o eliminar leyes y reducir impuestos, para acelerar “este gran complejo” que
significará un gran impulso para la población de Alcorcón y la economía española, y así animar a otros inversores a venir a
España…
Los detractores pensamos que es un engaño en toda regla.
ØSi
se llegan a realizar dichas obras, ya que se duda en el artículo “Eurovegasadvierte múltiples riesgos que comprometen sus proyectos futuros”, serán los
peces gordos quienes se las lleven, grandes
constructoras, que subcontratarán a otras empresas bajo unas condiciones
extremas, de precio, plazo y forma de pago (y hablo de pagar a más de 180 días
saltándose cuantas leyes de morosidad existan). Entoces, ¿qué tipo de empleo se generará
y a qué precio?
ØSi
se modifican las leyes, cosa que ya se ha empezado a hacer (“isla legal”),
serán como siempre para beneficiar a unos pocos y seguir jodiendo al resto, con perdón.
ØEn
el caso del comercio local y del impulso económico de la zona, ¿quién se cree
que este complejo comprará y consumirá en tiendas de barrio?
Ø¿Qué
clase de turismo podrá atraer? ¿Acaso no es preferible un turismo gastronómico,
paisajístico, cultural en lugar del turismo de Salou?
La última, es que han habilitado una
página web (eurovegasempleo.com) en la que tras poner tus datos, CV y carta de
presentación, te responden amablemente: “WEB EN MANTENIMIENTO DISCULPEN LAS MOLESTIAS”; paradójicamente hay fuentes que confirman que ya hay quien está empezando a aprovechar el tirón y que ya existen pisos en alquiler para alojar a
los trabajadores.
No he parado de leer artículos sobre
qué hacer cuando estás sin empleo, que si formarse, hacer deporte, tener unos
hábitos, madrugar, ser optimista…
Muchas personas como yo, estamos
empezando a estar cansadas de este tipo de posts, pues cada vez que los leemos
sentimos que estamos haciendo todo lo que nos recomiendan y sin embargo no
obtenemos los resultados que nos gustaría a cambio de ese gran esfuerzo y optimismo…
Actualmente hago dos cursos online
de Community Mannagement, uno presencial de edición de vídeo, asisto dos veces
por semana a clases de inglés, voy al gimnasio y a clases de salsa, soy
representante de una vocalía en la Asociación Vecinal de mi barrio, colaboro en
otras dos asociaciones, intento tener actualizadas y trabajar en mis redes
sociales y este blog, no he cesado en mi búsqueda activa de empleo y asisto a
todas las charlas, conferencias y ferias relacionadas con el empleo.
El domingo pasado mientras corría en
la cinta en el gimnasio, empecé a pensar qué era lo que estaba fallando y qué
más quería de mí, de nosotros, esta sociedad, o ese empresario o empresa que todavía NO nos ha
llamado para contar con nosotros en su equipo después de todo lo que hemos hecho y trabajado, y cada vez corría más deprisa, a más
velocidad y con más energía, hasta que se me ocurrió escribir este post.
De repente, me dí cuenta de que no
podía respirar porque estaba dando demasiado a todos los niveles.
Esta semana, estoy un poco enfadada,
y después de meditar durante unos días si tratar o no este tema, he decidido
arriesgar y lanzarme.
Pues bien, el caso es que no hace
mucho encontré una oferta de trabajo en la que pedían un ingeniero/a técnico
industrial con un par de años de experiencia para una empresa del sector
ambiental y alguna característica más que no recuerdo, pero lo que sí recuerdo
es que me vi identificada en aquel perfil. Me puse en contacto con una persona
de la empresa y me recomendó que no
presentara mi candidatura porque era un puesto “feo y sucio” y estaba más
bien, orientado a un perfil masculino. Lo que voy a decir ahora es muy grosero,
pero tengo que decirlo, y es que tengo bastantes más pelotas que muchos de los
ingenieros que conozco, y no precisamente físicas. ¿Cuándo nos dejarán elegir
si un puesto es sucio, feo, duro o inadecuado para una mujer?
Creemos que las cosas han avanzado
mucho en los últimos tiempos, pero nada más lejos de la realidad; hace unos
días, @Yoriento publicaba un artículo basado en un estudio de Harvard que
demostraba la “Discriminación de género en las entrevistas de trabajo” y uno de
los factores relevantes en la elección del candidato masculino era el
componente inconsciente del seleccionador, por cuestiones de cultura, contexto
y/o la educación recibida.
Un día antes se publicaba otro
artículo en Faro de Vigo con este titular: “Aumenta la brecha salarial entrehombres y mujeres”. El estudio de UGT revelaba que aunque habían aumentado las
incorporaciones femeninas al mercado laboral, los empleos eranparciales, más precarios y con menor retribución, lo que implica menores
pensiones y prestaciones.
Pues bien, el debate está abierto,
no me creo mejor ni peor que un hombre, pero sí creo que tengo derecho a tener
las mismas oportunidades, salario y condiciones laborales que ellos, pues mi
formación, esfuerzo y dedicación SI
son los mismos.
¿Es o no un tema controvertido? Pues venga, os animo desde
ya a dejar vuestras opiniones.
Este último año, he descubierto que
hay bastantes organizaciones sin ánimo de lucro dispuestas a apoyar, fomentar y
ayudar a las personas que quieren formarse y aprovechar el período de desempleo
para reorientar o completar su carrera profesional, pero también me he
percatado deque existen otras empresas,
que han visto una gran oportunidad de negocio en el campo de la formación y que
están dispuestas a hacer de ella un uso ilícito, incluso ofreciendo
oportunidades de “empleo” directamente vinculadas a las ofertas formativas que promueven,
o mejor dicho, que venden. Con una clientela de casi 6.000.000 de personas, un
volumen de mercado bastante goloso, aprovechan la vulnerabilidad (y en algunos
casos la desesperación) de las personas que queremos trabajar.
La “Rede de mulleres” de Vigo va por
la tercera edición del curso de 40 horas presenciales “Búsqueda de empleo Web
2.0 y marca personal” impartido por Eva Ventín, del que, alrededor de 12
mujeres por edición, nos hemos beneficiado gratuitamente,
y que hoy en día, es muy productivo para centrar la búsqueda de empleo y
aprovechar canales no tan explotados como los ya obsoletos portales de empleo o
la puerta fría. Pero la cosa no ha quedado ahí, pues tras la segunda edición,
la Red creó una bolsa de empleo virtual y con mucho esfuerzo consiguió
publicarlo en prensa. Este caso lo podríamos catalogar como una clara OPORTUNIDAD.
Ha aumentado estrepitosamente la
oferta formativa en el ámbito de la web 2.0, cursos de blogs y webs, E-commerce,
Community Management, posicionamiento en buscadores, experto en Social Media…
No sé si estas nuevas corrientes profesionales tendrán futuro o si podrán
soportar la gran oferta de profesionales que habrá de aquí a unos años, pero
desde luego no existe regulación alguna en salarios y titulaciones, muchas
empresas no saben ni siquiera de qué hablan aún cuando demandan estos perfiles,
e incluso se habla de una “burbuja” como se expone en el artículo del país “Sí hay burbuja: Se llama community manager" ¿Será un NEGOCIO?
Curioso es también, dentro de esta
tendencia de deshumanizarlo todo, el gran aumento de cursos online, gratuitos o
no, que sin duda deben dar buenos resultados a nivel económico por la reducción
de coste que supone prescindir de personal docente, por lo que me atrevo a
decir que esto sí podría denominarse como un NEGOCIO. Entiendo la picaresca y
la visión estratégica de una empresa o empresario que enfoca su negocio aquí,
también están en crisis y deben buscar su lugar, pero ¿Qué pasa con los
organismos públicos o semi-públicos? Los cursos presenciales ¿no serían una
manera de crear empleo y almismo tiempo
ofrecer un servicio en el que nos podamos seguir desarrollando profesionalmente?
Seré una antigua y sé que hay que adaptarse a las tecnologías, y de hecho me
encantan, pero donde haya un buen o una buena docente enseñando una buena
materia, no tengo ni la más mínima duda de que lo prefiero.
Alrededor de los idiomas, se ha formado
también un gran mercado, pero en este caso provocado bien por la necesidad de
emigrar, o bien por la necesidad de diferenciase y tener más opciones a la hora
de acceder a un puesto de trabajo, pues no se puede obviar por ejemplo, el
aumento en internacionalización que han experimentado las empresas españolas,
por lo que últimamente se han demandado puestos orientados al mercado exterior,
que por supuesto, requieren dominar idiomas. En los últimos meses he cursado el
A2 de francés, iniciación de alemán y actualmente estudio el B1 de inglés, pero
no he encontrado ningún curso gratuito de ningún idioma.
Me pregunto qué pasará cuando acabe
la crisis, empiezo a plantearme si se sustituirá el “desplome del ladrillo” por
el “desplome de la formación”…
Supongo que a estas alturas, y a
raíz del anterior post, muchos ya habéis adivinado de qué se trata la otra
opción que me planteé después de unos meses como desempleada: ser emprendedora.
Hace poco, viendo en streaming la
ponencia “Empleo 2.0: no busquesoportunidades, haz que te encuentren” del coaching Alfonso Alcántara
(@Yoriento), me llamó la atención cómo contaba que muchos decimos que “no
emprendemos porque no tenemos dinero”, y haciendo gala de su profesión, como
buen coach, eliminaba el obstáculo, y lanzaba una pregunta a los futuros
emprendedores:
-Y si tuvieras el dinero, ¿qué
harías? A ver si luego te lo vas a gastar en PortAventura…
Pues yo lo tengo clarísimo, o por lo
menos lo tenía hasta que me dí de bruces con la realidad. Hace tiempo que una
idea me ronda por la cabeza, y con el tiempo se ha ido madurando hasta tal
punto que ya me he decidido por el sector (que no conozco muy bien como
empresaria pero sí como clienta), tengo claro el nombre del negocio, el logo,
la imagen y el local; la forma de la sociedad y los canales de distribución; la
definición del producto y el precio de coste y de venta; e incluso, la
inversión aproximada necesaria. Bien, pues “sólo” me falta un socio, un
inversor o un prestamista, ¿fácil no?
Últimamente comenzó en los medios y
en la sociedad la fiebre del emprendimiento: que si es una forma de
“autoempleo”, “la crisis es una oportunidad para emprender”, “ayudas, préstamos
y subvenciones para emprendedores”, “oficina del emprendedor” y la última
apuesta de este nuestro gobierno “cuotas de jóvenes autónomos a 50 euros”.
Después de pasar por 4 entidades
públicas y 1 privada buscando orientación, el resultado en las cuatro primeras
fue de incompetencia y desconocimiento total, así como un asesoramiento vago, superficial
y vacío de contenido; ahora sí, ya había dado un paso atrás por el miedo adquirido
tras escuchar cuatro términos técnicos empresariales y saber la cantidad de
burocracia sin sentido a la que tenía que hacer frente para emprender, y, la
cosa empeora si quieres pedir alguna subvención.
En la entidad privada fue otra
historia, se notaba que realmente se dedicaba a nuevos negocios, empresas,
pymes y emprendedores, pero en la vida real y en los tiempos convulsos
actuales, ¿problema? sólo dos sesiones gratuitas, el resto de asesoramiento
sería previo pago.
En la quinta Administración Pública
me ofrecieron un tutor para elaborar el plan de empresa, y tras una reunión en
Santiago, tardaron casi dos meses en adjudicármelo, pero para entonces, ya no
tenía tan claro lo de emprender.
Yo ya sabía que si quieres montar un
negocio necesitas dinero para la inversión, pero visto lo visto, también lo
necesitas para elaborar un plan de viabilidad, para el asesoramiento a la hora
de abrir el negocio (pues con tanto trámite burocrático es fácil olvidar algún
papel), y por último, también necesitas un colchón económico para sobrevivir,
por lo menos el primer año, ya que, probablemente no obtendrás beneficios pero
tendrás que seguir haciendo frente, puntual y religiosamente, a tus cuotas de
autónoma, tu hipoteca y todas a tus
obligaciones económicas.
Con todo esto me planteo ¿Cuánto
valen nuestros sueños? ¿Qué precio tiene tu emprendimiento? ¿Cuánto se arriesga
en realidad? Y vuelvo a la misma encrucijada del post de Alemania: ¿Se resumirá
todo a una cuestión puramente económica?
No quiero acabar este post sin abrir
una ventana que arroje un rayo de luz y esperanza, y esta vez lo voy a hacer
con un vídeo, que un día cualquiera de una semana cualquiera, mi prima me envió
para animarme.
Cuando habían pasado ya varios meses
de mi inicio en la búsqueda activa de empleo y viendo como el mercado de la
oferta y la demanda se presentaba desolador, empecé a plantearme otras opciones
que, en principio había descartado por comodidad, aunque después de estudiarlo
y meditarlo, llegué a la conclusión de que no, no era comodidad, sino la falta
de recursos económicos que dichas salidas requerían.
La primera opción que me planteé fue
emigrar. Y en mi caso lo tenía claro, ¡Alemania es la cuna de la Ingeniería! ¿A
dónde iba a ir si no?
Los últimos datos estadísticos
oficiales revelan que en el primer semestre del 2012 la emigración española a
Alemania aumentó en un 53% respecto a las cifras de 2011, continuamente vienen
reclutadores alemanes a nuestro país con numerosas ofertas de trabajo, y, nos
hemos cansado de ver infinidad de programas del estilo de "Españoles por el mundo" donde se muestra lo felices y afortunados
que son 4 ó 5 españoles emigrados y “elegidos al azar” (una muestra no muy representativa).
Pero contrariamente, con relatos como el post de Rosalía Sánchez, "Diez cosas que debes saber sobre Alemania",
que por cierto ha tenido bastantes críticas, o el impresionante y demoledor artículo
de eldiario.es, "La pesadilla de los jóvenes que soñaron con Alemania", el sueño alemán se desmitifica por
completo, y tengo que decir que, aunque no he vivido ni trabajado en Alemania,
estos últimos textos me ofrecen bastante credibilidad.
Pues bien, el primer hándicap que
tenemos los españoles, es el idioma, no sólo no aprendemos un idioma distinto
de la lengua materna, sino que el alemán hasta hace poco no lo podías aprender
ni pagando. Somos muy valientes con nuestro nivel “medio” de inglés, pero si
buscas un trabajo especializado en Alemania, que son los perfiles que más se
demandan, necesitas hablar alemán, y después de un curso básico que hice este
verano, puedo decir que minusvaloramos el idioma y no sabemos hasta qué punto.
Si lo que buscas es un trabajo que no
necesite preparación académica, no es ningún secreto la existencia de los
famosos mini-jobs, pues en Alemania
no existe salario mínimo legislado, y esto se agrava en el sector servicios,
donde han aumentado los casos de españoles que han trabajado durante meses sin
contrato laboral y sin cobrar.
Todo esto sin mencionar los numerosos
trámites burocráticos que hay que realizar para poder alquilar, trabajar y
vivir allí (que no son pocos), la adaptación al clima, a las costumbres, a la
cultura de trabajo, o, a algo tan sencillo como las horas de luz solar.
Por último en el desolador artículo
de eldiario.es se destapa una realidad de precariedad y explotación en Alemania
que creo que deberíamos tener muy en cuenta, tanto por la naturalidad con la
que te ofrecen un piso patera para vivir, como con la que te dejan totalmente
desasistido en cuestiones de salud, o como que el salario de un arquitecto sea
300 euros sin contrato y haciendo horas extra. Vale que la ciudad adecuada no
sea Berlín, pero eso no significa que debamos asumir unas condiciones laborales
lamentables porque es una ciudad de estudiantes, cool y haya buenas fiestas.
Mi conclusión de todas estas
historias reales de gente real, es que sin un buen colchón económico no se
puede uno plantear buscarse un futuro mejor en la “cuna de la ingeniería”
porque si las cosas no te salen bien habrás perdido algo de dinero, un pedazo
de tu vida y un poco de energía en la búsqueda de tu meta; pero también es
cierto, que el que no arriesga no gana, y que, si te sale bien, habrás ganado
una experiencia única, valor, y quien sabe, quizás tu objetivo en la vida.
Y tú, ¿emigras?
En próximos posts desvelaré el resto de opciones que
plantearse en estos tiempos convulsos…
A menudo los desempleados de larga (y no tan larga) duración
sufrimos una pérdida de identidad acompañada de una crisis existencial y una
bajada de autoestima.
Cuando hace un tiempo vi en Documentos TV el documental
titulado “¿Generación perdida?”,me dí cuenta de que no era la única que
presentaba estos síntomas, sino que éramos, y somos muchos, los que presentamos
este “cuadro clínico” en esta situación.
Pero ¿por qué nos pasa esto?
Estoy a punto de cumplir 30 años, mi generación es una de
las más preparadas académicamente, hemos crecido en tiempos de bonanza y hemos
tenido de todo durante años, y sin
embargo, ahora, tenemos trabajos más precarios que nunca, una tasa de desempleo
que duplica la media europea, y además nos enfrentamos a un mercado laboral
difícil, complejo y con muy pocas oportunidades.
Ahora volvamos 10 años atrás. Al terminar el instituto, o
incluso sin haber ido, con 18 años o antes, siendo un adolescente, había que
decidir si estudiar o trabajar. ¿Cómo lo decidíamos? Pues para responder a esta
primera cuestión, recurriré a este documental que pone como ejemplo la construcción, a la que muchos jóvenes se aferraron por la “seguridad”
laboral y económica que el sector les aportaba, renunciando así a estudiar para
beneficiarse de un buen salario producto de la especulación inmobiliaria. Hoy
en día, hay un arrepentimiento generalizado de estos jóvenes por no haber
estudiado, y reconocen no encontrar salida después del desplome del ladrillo.
Pero ¿que ha pasado con los que decidimos estudiar? ¿Y con
los que tras haber estudiado hemos trabajado en ese sector? Pues que en cierto
modo tampoco encontramos ninguna salida, y, en mi caso, como Ingeniera Química
con experiencia en el sector de la construcción, aparece el primer síntoma del
cuadro clínico: la pérdida de identidad.
Tras casi 4 años en el sector y sabiendo que está en pleno
decrecimiento, lo primero que te preguntas es ¿Pero quién soy? ¿Soy ingeniera?
¿Química? ¿Profesional de la construcción? ¿Para qué soy ahora válida? ¿Cuál es
mi futura profesión? ¿Qué es lo que quiero? ¿Qué me gusta? y ¿qué es lo que
hay? Y la mayoría de estas preguntas sin respuestas, sobre todo la última, te
arrastran directamente al segundo síntoma: la crisis existencial.
¿Qué he hecho durante estos años? ¿He aprovechado el tiempo?
¿A qué aspiro en este momento carente de oportunidades para el desarrollo
profesional y el consecuente desarrollo personal? ¿Qué haré con mi vida?
Pues sí, todo preguntas e incertidumbre, pero es el momento
de descubrirse a uno mismo y de reinventarse, después de seguir una inercia
laboral durante años en las vacas gordas, te replanteas y te cuestionas muchas
cosas, y quien consiga superar esta fase, estoy convencida de que conseguirá
sentirse realizado y pleno, pero si por un período de tiempo no lo consigue,
aparecerá el tercer y último síntoma y, a mi parecer, el peor: la pérdida de autoestima.
A este último no podemos llegar. El hecho de no tener un trabajo
no significa que seamos malos profesionales o que no valgamos para nada, hay
que ser realistas y saber que en el contexto actual hay escasas oportunidades y
lo mejor que podemos hacer es trabajar en la búsqueda activa de empleo, que
precisamente, no es otra cosa, que un trabajo.
Así que
animo a tod@s los que estáis en esta situación a no desesperar y a que no os dejéis vencer por este
cuadro clínico, empezad ya con el tratamiento preventivo que no es más que
trabajo, trabajo y trabajo.