Vuelta al cole y vuelta a la
búsqueda de empleo después de un respiro vacacional. Y este mes de septiembre
lo empiezo con el itinerario del Plan Prepara. Hoy ha sido mi primera cita y ha
consistido básicamente en un cuestionario sobre mis estudios, mi vida laboral y
mi forma de buscar trabajo, cómo, cuándo, dónde, etc.
He leído entre líneas y he sacado mis
propias conclusiones de esta cita-entrevista, y, mis conclusiones son que mis “supuestas” opciones más
realistas, son emigrar o autoemplearme,
porque además de lo mal que está el mercado laboral, al llevar más de año y medio sin
trabajar, cada vez tendré más dificultad para reincorporarme al mercado, porque
ya no estoy actualizada.
Este es el mensaje que entiendo que
se nos quiere transmitir desde las Administraciones Públicas, completado con
perlitas del estilo de: “en otros países hay trabajo, de momento”, “se abren
negocios constantemente, no puede ser tan difícil hacerlo”, “muchas personas
abren empresas sin estudios universitarios ni estudios de viabilidad”, “pues si
llevas año y medio así y nada, puedes seguir esperando o bien pensar en las
opciones que te planteo”
¿Debemos sentirnos culpables por no querer emprender o por haber pensado en
ello y no hacerlo? ¿Debemos culparnos por no emigrar en
condiciones precarias y para no ejercer nuestra profesión sino un minijob? ¿O castigarnos por no
jugárnoslo todo a cara o cruz?
¿Se puede ser más cruel? ¿Desde que
posición se dirigen estas personas hacia otras que estamos realmente dejándonos
la piel, sufriendo, viendo reducidas continuamente nuestras posibilidades de
trabajar y que cada vez vemos menos resultados?
Ya no se tienen en cuenta las
preferencias ni las necesidades de las personas, si tenemos familia, o si
simplemente preferimos renunciar a un salario por quedarnos en nuestra tierra,
al lado de los nuestros, ¿será que nos hemos olvidado del artículo 35.1 de la
Constitución Española? “Todos los
españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre
elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una
remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia,
sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”.
Sin palabras.
Catalina Pahino
Ingeniera Técnica Química